No veo complejidad en la sabiduría cuando la claridad y sencillez de tu ser me acompaña.
Fueron varios lustros, una visión equivocada y esquiva que
se mantuvo en un suspiro y dos añoranzas, por todo este tiempo, mientras esperaba que
tu mirada se dieran cuenta de mi espíritu errante.
Fui un ser que llevaba consigo un corazón esclavo y
enmudecido, viviendo en medio de limosnas y riquezas, de tenerlo todo y de
sentir tan poco.
Con toda la fe que habita en el universo, y la esperanza del
mejor comienzo de los que hubo, camino a tu lado.
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