Guiado por el entusiasmo de un verdadero amor, te traje a mi vida.
Inicie nuevos caminos, bajo las estrellas, sintiéndome inmortal.
Universos ancestrales, de vidas pasadas que se hicieron presente, sobre un
cometa.
Llama divina, en medio de tormentas cotidianas que sometieron mi espíritu.
Imaginada dulzura, mezcla de llantos, furias y ternuras en silueta de
mujer.
Antes que llegue el ocaso te volveré a tener, y veras al fénix perdido en
tu soledad.
No habrá llantos, se calmará las aguas en aquella paz que siempre anhelaste.
Antes que llegue el ocaso, comprenderás que no hay presente, que solo somos
tú y yo.
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